La corbata se sacudia frente a Baldwing. Esos obscenos lunares rojos no eran decorativos, eran horribles. El hombre se paraba frente a él y levantaba una ceja, con una sofocante cara de estúpido.Baldwing recordo los pepinos largos y desabridos que vendian en las huertas aledañas a la ciudad.
De seguro que la corbata (que tenia esos lunares horribles) le cortaba la irrigación sanguínea. Baldwing permanecia sentado con los ojos mirando un punto fijo. A la izquierda, casi de frente al archivero, un dispenser de agua producia un sonido acuático de vez en vez cuando una burbuja llegaba a la superficie.
_ ¿Ha entendido señor Ruit?
Baldwing asintió. Era el quinto jefé que tenia en dos meses, desde que la compañia cambiaba frecuentemente de dueño.
_ Sigo sin entender -agregó- el porque de las quejas.
Baldwing habia vivido esas charlas infinidad de veces. Sus compañeros lo detestaban y desfrenestraban y siempre lo sometian a largas charlas los nuevos jefés. Baldwing recordó en ese moemento que la única vez que se sentó junto a sus compañeros en el comedor, todos callaron y comieron callados. Descubrió ahí que las arvejas masticadas a velocidad normal emiten un sonido pastoso y monótono._ Usted los incómoda. Verá Ruit, soy un hombre fuerte, así me considero. Y usted en quince mínutos me ha provocado jaqueca.
_ No he dicho demasiado como para turbarle los nervios.
El hombre masticó largamente su chicle oprimiendo sus nervios. Baldwing pensó que al no llegarle sangre al cerebro era normal sufrir migraña.
Afuera se oían risitas en los pasillos, charlas inentendibles y largos tipeos de máquinas de escribir. De vez en cuando también rompia el silencio el timbre de un teléfono.
_ Bueno Sr. Baldwing, digame, ¿Que cree de todo esto?
_ No me trasmita sus responsabilidades, de lo contrario usted deberá ponerse a archivar y yo a gritarle a la gente. Y no me gusta gritar.
El nuevo jefe lo miró con violencia, aquel patanatas le estaba tomando el pelo. Por antiguedad nadie se atravia a despedir a Baldwing, aunque nadie lo soportace, es que su mirada, su andar, su silencios, inclusive su voz incomodaban a todos. Al moverse Baldwing parecia arrastrar con él una manta oscura de sombras. Quizás era tiempo de que alguién le pusiera los piés en la tierra.
Tick-tack, el reloj delataba un silencio grumoso. La mirada agresiva del jefe seguia posada en Baldwing, mientrás este miraba el dispenser. Finalmente Baldwing lo miró directamente a los ojos.
_ Es usted un imbecil inservible, Ruit, y yo mismo me encargaré de que a su primer error sea despedido.
Baldwing sabia que nunca cometia errores. En su trabajo era perfecto.
Sin embargo cometió un error: olvidó su cigarrillo sobre los archivos de la empresa.
Luego del incendio, todo el mundo habló de una fuga de gas y Baldwing pudo conservar el empleo. Sin embargo, mientrás todavia humeaban las instalaciones del edificio Baldwing no podia dejar de sonreir. La corbata se habia quemado y algunos retazos coloreaban los escombros.
13 comentarios:
muy bueno, baldwing, he imaginado cada una de las escenas que describiste...
un besito ,
AAAayyyy Baldwing, pero qué bien escribes y qué ambientes tan oscuros y sordidos puedes llegar a recrear.
Yo al menos, los siento así.
El personaje de Baldwing, me ha recordado a Fouché, el genio tenebroso, de Stefan Zweig.
Si no lo has leído, no te lo pierdas.
Es de lectura obligada.
Estraordinario texto.
QUe maravilla, cada vez que volvés me dejás ir más deslumbrada. Es alucinante, delumbrante, sublime.
Aunque al terminar regrese a empujarme otra vez el reloj al avismo de la espera.
Cariños!
¿dónde está el comentario que dejé yo aquí ayer?
mmmm
no sé, se ha perdido
Parece que no es recomendable estresar a Baldwin.
Un personaje que tiene claro quien es y lo que quiere. Y hasta como conseguirlo.
Pero tengo que decir (soy profesor) que su altura moral es bastante discutible.
Y me sorprende que le encante a todo el personal sin critica.
¿Queremos un compañero de curro que provoque incendios?
Como escribes me encanta, pero tambien me encanto la peli "El Padrino" y no tengo como idolo moral a Don Corleone.
¿Te gusta la peli con la que he comparado tus escritos? jejeje
Menuda comparación Jorge. Pero Baldwing es un pobre hombre que recién ahora está comprendiendo el tema de liberar su instinto. ¿Crees que tendrá suerte?...
Cordelia: No lo he visto. Te habrás equivocado jajaja.
Sol: Vuelve cuando quieres, siempre dejas brillando el día.
Sauze: Gracias, tataré de mejorar y no de seguir así jajaja.
Tecla: Muchas gracias, me poné muy contento tu comentario.
Gracias por los comentarios.
Puestos a compara hagamoslo con los grandes.
Creo que la genetica le pesara, eso parece vislumbrarse por ahora.
A esta altura la vida y los sucesos en el entorno de Baldwing merecen un libro... Podría hacerse una saga: Alexander - Balwing.
Cualquiera que grite y use corbatas con lunares rojos, merece un final así. Muy bueno, Señor... usted escribe muy bien.
Le dejo un abrazo, amigo. Hasta pronto.
Deja de lado el estrés te lo dig por experiencia... Te hace pasar muy malas pasadas. Por cierto, ese de la foto, es el rey león, ya de mayor, no? jajajajaj
Saludos y un abrazo
Los nuevos jefes
no saben de que es capaz
Baldwin.Por lo de pronto
sus instintos que no los
libere cometiendo errores
porque si lo descubren con las ganas que le tienen no se salva.
Me encantan tus historias.
Abrazos de cálida amistad
y mis mejores deseos en estos días de Navidad para tí.
Besiños
Es un placer entrar en el texto con esa magia a golpe de morfema.
Siempre me gustaron las corbatas, y a mí también me hacen sonreir, aunque Baldwing tiene más y mejores motivos ^^.
Besos, mil.
Baldwing merecería ser canonizado.
El Santo de todos los oprimidos.
Saludos.
gracias por tu felicitación tan sincera, te deseo una feliz navidad junto a tus seres más queridos... un beso navideño
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